Sinopsis-Synopsis
Alejandra, una mujer forjada en las duras calles de Texas, ha encontrado su lugar en el FBI. Sin embargo, un nuevo caso la llevará a los límites de sus habilidades. Un asesino en serie acecha la ciudad, dejando tras de sí un enigma que solo ella parece capaz de descifrar. Mientras se adentra en un mundo oscuro y peligroso, Alejandra descubrirá que el pasado la persigue y que el asesino guarda secretos de su infancia. En medio de esta intensa investigación, se verá atraída por John Brown, el agente especial a cargo del caso, lo que complicará aún más su búsqueda de la verdad.
Alejandra, a woman forged in the tough streets of Texas, has found her place in the FBI. However, a new case will push her to the limits of her abilities. A serial killer is stalking the city, leaving behind an enigma that only she seems capable of deciphering. As she delves into a dark and dangerous world, Alejandra will discover that her past is haunting her and that the killer holds secrets from her childhood. In the midst of this intense investigation, she will be drawn to John Brown, the special agent in charge of the case, which will further complicate her search for the truth.
Segmentos de Creador de Espías
Mientras caminaba a su piso solo, entre los sonidos y colores del barrio, Enrique mostraba gran entereza, pero estaba aterrado. Pensó que era muy curioso y sin sentido que el terror lo causara la incertidumbre. Que cuando lo habían catalogado como loco él había aceptado el juicio con mayor tranquilidad de lo que sentía ahora, que podía no estarlo.
«¿Será el miedo a una nueva desilusión? —se preguntó—. Será eso tan poderoso que nos convence de rendirnos».
Decidió no regresar a su piso. No quería estar encerrado entre recuerdos.
Caminó por caminar para huir de sus temores. Entre los grafitis y olores de panaderías y terrazas llegó al Museo de Prehistoria de Valencia. En el silencio del lugar y sus claroscuros, pensó en Hamlet, en su locura. Enrique nunca había tenido claro si ese personaje lo había fingido para descubrir el asesinato de su padre o si desde un principio estaba realmente loco y la aparición de su padre relatándole su asesinato y los culpables era producto de ese estado.
«¿Estoy loco? —se preguntó honestamente por primera vez—. ¿Qué significa estar loco? ¿Percibir la realidad de una manera diferente al común de las personas? ¿Ver cosas que los demás no ven? ¿Están locos los genios y científicos? ¿O solo hasta que demuestran que tenían razón?».
Caminó unos metros hasta toparse con una exhibición de armas para la caza creadas por nuestros antecesores. Y sus dudas siguieron recibiendo nuevas dudas de respuesta.
«¿Significará ser incapaz de sobrevivir con la información que la realidad nos proporciona? Aunque muchos de los locos que a veces se ven por la ciudad no se olvidan de comer, ni de abrigarse. ¿O significará ser incapaz de convivir dentro de un grupo de normas establecidos por la sociedad?».
Abrió un navegador en su móvil y buscó en el diccionario de la RAE el significado de la palabra:
Loco, ca.
1.Que ha perdido la razón.
2.De poco juicio, disparatado e imprudente.
Guardó su móvil. Pensó que la definición era demasiado simple para definirlo a él y a la vez tan amplia que podía incluir a la mayoría de la población humana.
«Ser o no ser», se dijo.
Foto de João Pedro Freitas en Unsplash
Descubre la atrevida hipótesis que plantea, Jorge, uno de los personajes de Creador de Espías, sobre cómo el apetito sexual de nuestros antepasados machos pudo haber sido la razón de nuestro triunfo sobre los otros homínidos.
»Quizás tengamos los genes atenuados de los que habla Enrique* , que nos permitieron preservar los genes de los que no eran tan capaces físicamente, pero sí intelectualmente, y desarrollar la inteligencia humana...
» …O quizás simplemente nuestros ancestros eran tan pervertidos como nosotros, y se raspaban a cuanto bicho les llamaba la atención y les permitía meter su instrumento.
Inmediatamente Huang y Egbert pusieron cara de intrigados y Enrique mostró una gran sonrisa. Ya había escuchado la hipótesis.
—El homo sapiens, nuestro antecesor más cercano a los homínidos previos, se mezcló con los neandertales y los denisovanos, además de otra rama homínida de la cual todavía no se han encontrado restos. Le echó machete a todo mogote, como decimos en Venezuela —la expresión era tan coloquial que la expresó en español y luego la explicó a Huang.
»Quizás simplemente somos tolerantes e inteligentes porque somos unos pervertidos que nos queremos follar a todo el mundo. Preferimos el amor a las guerras, como decían poéticamente los Hippies. Y Quizás esa tolerancia por razones sexuales permitió mayores mezclas y la inteligencia humana. Quizás en los neandertales el que sufría de dolores de cabeza era el macho. Quizás el apetito sexual del homo sapiens, comparado con la de otros homínidos, fue lo que logró que se multiplicara mucho más rápido, con cualquier cosa que se lo permitiera, y que su mapa genético colonizara el humano moderno.
»Y hablo específicamente del macho porque los genes de las otras especies homínidas que tenemos en la actualidad están en los cromosomas X, no en los Y. Lo que significa que el macho siempre era homo sapiens o, por lo menos, que los encuentros entre los machos de otras especies con hembras homo sapiens era mucho menos frecuente.
» También pueden pensar que se debe a que el semen de los machos de otras especies no fecundaban el óvulo de las hembras homo sapiens, mientras que el del macho homo sapiens sí fecundaba el de otras especies. Puede ser. Pero yo prefiero pensar que lo más sencillo es lo más adecuado. Y solo debo recordar mi apetito sexual, y el de mis amigos, cuando éramos adolescentes. Tratábamos de seducir hasta un poste. Siempre recuerdo cuando caminábamos por las calles de Las Mercedes, en Caracas, y uno de mis amigos, que era miope y andaba sin los anteojos, empezó a describir lo espectacular que se veía a lo lejos una catira (rubia) inmensa. Describió cómo la iba a seducir y lo todo que le haría. El resto solo tratamos de aguantar la risa, esperando el momento del encuentro. Cuando no acercamos lo suficiente, pudo ver que se trataba del portero del local, que estaba vestido como un «indio» norteamericano, con su penacho.
»Y no hay que ir muy atrás: todavía, en las zonas rurales, las primeras compañeras sexuales de muchos de los machos púberes son de otras especies.
»Cuando escucho las argumentaciones de muchos políticos y economistas sobre la necesidad del colectivismo, me convenzo de que no fuimos el hominido triunfante por nuestra inteligecia, sino por nuestro deseo sexual y velocidad de reproducción.
* En un texto anterior, en la novela manuscrita, Enrique habla de la tolerancia humana que permitió que nos mezcláramos entre diferentes manadas o especies, y la aparición del humano moderno. uedes leerla en esta publicación: https://www.obdulioalvarez.com/2024/09/patriotismo-instinto.html